Miguel Ángel Campos reúne las dos virtudes fundamentales de un preparador físico. La del conocimiento y dominio del control de la carga que posibillita exigir el ritmo de juego necesario y minimizar el número de jugadores lesionados, y la empatía personal y apoyo a todos los entrenadores con los que ha trabajado, entre los que me encuentro con 8 temporadas compatiendo vestuario.

Hablar de un amigo es difícl, Miguel Ángel lo es, intentaré acercarte al profesional. Para tener a un equipo preparado, los entrenadores debemos manejar diferentes variables, la carga, el tiempo, las tareas, etc… siempre hay algo que pudiste hacer mejor… Si Miguel Ángel está a tu lado, eso deja de ser tu problema, todo es más fácil con él.

Con Miguel Ángel, nos marcamos como objetivo hacerle entender a todos los futbolistas que íbamos a trabajar corto pero intenso, y básicamente con balón casi todos los ejercicios. Juntos pactábamos los tiempos y cargas y él con sus dotes de cercanía y poder de persuasión a los jugadores, conseguía convencerlos. La convivencia y las ganas de trabajar duro para ser mejores, nos llevó a entendernos perfectamente y sobre todo aprender de él en todo lo que me aportó.